En un viaje que hice recientemente a Sierra Leona en África, recordé la filosofía Ubuntu surgida en Sudáfrica, que se basa en la lealtad hacia las personas y hacia las relaciones que entablamos. Es una forma de pensamiento que se aparta del individualismo y propende por el trabajo en equipo con respeto y honradez, para alcanzar resultados más grandes.
Si, trasladamos esta filosofía de vida a las empresas, podríamos decir que una organización con ubuntu es aquella que propende por una forma de subsistencia más sostenible, lo que significa basar sus acciones y su relacionamiento en principios como integridad, responsabilidad, respeto y confianza y trabajo conjunto. Es una organización que valora todo lo que es, lo que la rodea y, en consecuencia, genera valor dentro de su contexto
Una empresa que trabaja propendiendo hacia una forma de subsistencia sostenible genera valor a su entorno social y ambiental, de la mano del crecimiento económico general. Pero ¿qué implicaciones tienen estos 3 pilares fundamentales en la creación de sostenibilidad corporativa? Veamos:
- El valor social responde a la atención del capital humano, tanto de la misma organización como de su entorno, buscando mitigar los impactos negativos generados por la operación de la empresa y creando mecanismos y estrategias que procuren mejores condiciones de vida para todos. En este pilar tiene especial importancia el respeto por los derechos humanos, la equidad y la inclusión, así como la búsqueda del desarrollo y el crecimiento humano y social.
- Brindar valor ambiental implica identificar, mitigar y compensar los impactos de la empresa al medio ambiente, lo que se traduce en diseñar e implementar acciones encaminadas, entre otras, a reducir las emisiones contaminantes, propender por la utilización de energías renovables, el consumo responsable de materias primas y otros recursos, y la preservación de los recursos naturales.
- Por supuesto que el fin de toda empresa es generar riqueza y utilidades, pero este crecimiento económico debe ser compatible con lo social y lo ambiental, es decir, una gestión responsable de los recursos, respetando los derechos de los empleados, que va de la mano con el crecimiento económico de los proveedores y contratistas, y que genera desarrollo y bienestar de las comunidades, haciendo también uso eficiente de los recursos del Planeta.
Los tres pilares que juntos hacen que una empresa responda ante si y ante su entorno en forma concreta a las cuestiones que lo aquejan. Tres pilares que son el comienzo de la sostenibilidad y que cimentan las bases de la misma. Pilares, que fundamentan la acción de la empresa sea que haya fallado o no y que dejan ver la importancia de ella en el territorio –al conocer, respetar y promover- las comunidades de las que es vecina y las comunidades que ayudan a construirla desde adentro.
Un compromiso voluntario
La sostenibilidad implica ir más allá de lo reglamentario y de lo obligatorio para asumir con voluntad y convicción compromisos a largo plazo que tengan impactos en los tres pilares señalados. El reto es que sean compromisos reales y, como tal, deben ser alcanzables, verificables y medibles, convirtiéndose en código de conducta de todos los miembros de la organización, haciendo parte de los valores corporativos y la estrategia del negocio, y respondiendo a indicadores y a estándares internacionales.
En su camino hacia la sostenibilidad, una organización también debe estar dispuesta a entablar diálogos abiertos y sinceros con las comunidades y otros grupos de interés relevantes, a escuchar, observar y entender el entorno, a comprender sus realidades y expectativas, y a mirarse a sí misma para reflexionar sobre su desempeño y su papel en ese contexto al que pertenece.
Desde InSight contamos con las herramientas, los recursos y la experiencia para ayudar a su empresa a abordar, de una manera holística y práctica, estos aspectos; sí de Ubuntu continuamos hablando, el propender por la sostenibilidad no está en el individualismo, está en que aprendamos a mirarnos a sí mismos y hacer lo que permita que la sociedad mejore, sociedad de la que –como empresas- hacemos parte. no significa que las personas (las empresas) no deban mirar para sí mismas, la cuestión es que lo que hagan permita que la sociedad mejore.